
Recientemente el gobierno a dado a conocer los nombres de algunos de los embajadores que lo representarán en distintas organizaciones y países, dentro de los que más han destacado estaría Paula Narváez que fue nombrada como embajadora de Chile ante la ONU y Bárbara Figueroa que será embajadora en Argentina.
Mientras que Paula Narváez fue precandidata presidencial del partido socialista (PS) y por su parte Bárbara Figueroa, militante del Partido Comunista (PC) que además fue presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), dichos historiales no gustaron a todo el mundo, de hecho apenas se supo la noticia generaron una reacción inmediata en la actual oposición, teniendo al también ex candidato presidencial José Antonio Kast cuestionando la decisión del presidente Boric, diciendo que : “Es imposible que el gobierno haya nombrado a Bárbara Figueroa como Embajadora en Argentina. Es absurdo. Lo hacen para cambiar el foco de atención y después dirán que nunca fue verdad”.
Una vez repasado esto es cuando empieza a cobrar sentido el que cierta parte de la ciudadanía empiece a tomar como burla lo ocurrido con los embajadores, alegando que parecía “premio de consuelo”, misma frase que usó José Antonio Kast en otro de sus tuits. Las burlas a Karina Oliva empezaron ahí.
Luego de unas centenas de comentarios se armó otra discusión con el hermano del ex presidente, Pablo Piñera y se recordó cuando este estuvo a punto de ser embajador de Argentina que de no ser por contraloría hubiera terminado en dicho puesto.